Este relato me gusta especialmente😁. No porque lo haya escrito yo😜 (recién salido del horno🔥), sino porque está en forma de cuento y esconde una temática que creo se puede distinguir con relativa facilidad. ¿Habéis averiguado el fantástico producto que se compra y vende en este aparentemente ficticio mercado?🌟
Hoy vamos a ir directos “al turrón”. ¡Palabras! ¿Qué profundidad y qué relación con las emociones puede tener el uso de las palabras? 🤔Esta respuesta puede darnos para uno o varios libros📖, pero vamos a analizar dos perspectivas y prometo no enrollarme demasiado (si queréis continuamos en otro post).
Antes de comenzar a analizar estas dos perspectivas que os comento, quiero recalcar la importancia del uso de las palabras✍. La comunicación es de las herramientas más básicas y primordiales, por no decir la que más, que existen en nuestra vida.🗣 Entendamos la comunicación en el más amplio sentido: hablada, escrita, corporal, por signos, por señales de humo, por silbidos (el silbo gomero me parece muy curioso), con abanico, comunicación interior y muchas otras. ¿A que cuando pensamos en comunicación lo primero que se nos viene a la mente es simplemente hablar con otras personas o mandarles un mensaje?🤦♀️ Hoy nos vamos a centrar en el lenguaje hablado y escrito, pero el tema “comunicación” queda pendiente. Es importante indagar y pensar un poco más en lo que decimos.🧏🏻♂️
Ahí va la primera de las perspectivas que os comentaba antes: en muchos casos, no somos conscientes del efecto que tienen las palabras que usamos. Tanto las palabras en sí como las frases que formamos con ellas.🤷🏾♂️
En un mundo en el que el lenguaje escrito✏ ha tomado el control de gran parte de nuestras comunicaciones se han incrementado exponencialmente el número de enfados por malentendidos😡. ¿Cuántas veces hemos enviado un whatsapp que la otra persona ha malinterpretado completamente (por muchos emojis o stickers que mandemos😂😁😊)? En ese momento, podemos llegar a enfadarnos también, sentirnos culpables por haber molestado a la persona o eludir nuestra responsabilidad “echando la culpa”🤨 a nuestro interlocutor. Aquí estamos viendo la otra cara del post anterior, no leemos la mente, pero si queremos mandar un mensaje, leámoslo dos veces y pensemos cómo puede entenderse.🤗
¡Otro ejemplo! Un email en el trabajo👨🎓🧑⚖️👩⚖️. De repente, lo leemos y nos suena borde, pero objetivamente es un mensaje muy normal sin mayúsculas, emojis o besos y abrazos♥️. ¿Pero cómo va a sonar borde un mensaje por escrito?🤔 ¡Pues a nosotros nos suena así! Por ejemplo, ha podido ser porque normalmente esa persona siempre acaba sus mensajes con “un abrazo” y esta vez no o hemos interpretado que el modo de decir las cosas ha sido brusco😑. Aunque esté en nosotros interpretar la emoción o la intención, también está en pensar cómo escribir las cosas pensando en quien lo va a recibir (si es que no tenemos más remedio que escribirlas o es más operativo).🤗
Vamos a ir más allá. ¿Qué importancia tienen las palabras que le digo a alguien? Imaginaos un niñ@👶 al que, desde pequeño, le dicen “Tú eres muy travies@”😈, “Es que este niñ@ solo sabe portarse mal” y frases por el estilo. ¿El niñ@ empezará a portarse bien de repente?😇 Probablemente, no. Lo que seguramente sucederá es que se crea que, si le están diciendo eso, es porque es verdad (los adultos son más listos y, por lo tanto, tienen razón, ¿no?). Este caso, no sólo se aplica a los niñ@s, en adultos pasa lo mismo: “tú eres muy tal, tú eres muy cual”. Nos empeñamos en etiquetar a las personas de manera rotunda, como si no fuese posible cambiar, sin darnos cuenta de lo que podemos estar provocando en la mente de alguien. Si todavía eres de los que dice “quien nace lechón, muere cochino”, te recomiendo leer sobre la plasticidad cerebral.🧠
¡La cantidad de situaciones de estrés o problemas de ansiedad🥴 que se podrían ahorrar si las personas con responsabilidad en las empresas supiesen utilizar bien las palabras! Por suerte, todo se puede mejorar y se empieza por tomar consciencia de ello.💪🏽
Sé que me estoy alargando más que de costumbre🤏🏼, pero ya termino, lo prometo. Solo daros una pincelada de la segunda perspectiva: nuestro lenguaje interior, lo que nos decimos a nosotros mismos nos afecta y mucho. Utilizamos muchas palabras que pesan en nuestra mente de forma negativa o a las que les hemos dado una connotación en este sentido. “Es mi culpa”🤦🏻♂️, “eso no se puede hacer”🤦♀️, “es imposible”🤦🏽, “nunca”🤦🏿♀️, “yo soy así”🤦🏼♂️. Si empezamos a cambiarlas por otras como “es mi responsabilidad”🙆, “no se puede hacer, todavía”🙆♂️, “puedo seguir mejorando”🙆🏽♀️, os aseguro que nuestra actitud, la forma de ver las cosas y la forma en la que nos comunicamos con los demás (sí, también afecta a esto) cambiará radicalmente.
Siento que hoy he pasado por la superficie de muchísimos temas interesantes🙈. Si os interesa alguno en concreto, podéis decírmelo y lo analizamos en nuevos post.😁
¿Conoces otras palabras negativas que decimos o nos decimos normalmente? ¿Por cuál la cambiarías?✍

Gran post nuevamente!!! Me ha parecido muy corto porque has tratado muchos temas interesantes! Me encantaría conocer más sobre cómo hablarnos a nosotros mismos y cómo utilizarlo en nuestros equipos de trabajo, me parece una herramienta muy poderosa!
ResponderEliminar¡Muchas gracias por tu comentario! El lenguaje interno es un concepto muy interesante y sobre el que se está empezando a hablar recientemente. ¡Seguiremos profundizando!😄
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